Si oímos la palabra “discapacidad”, posiblemente la primera imagen que acude a nuestro cerebro sea la de una persona en silla de ruedas o una persona invidente con un bastón.
La razón probablemente son los símbolos que asociamos a la discapacidad, y hoy, queremos hablar de ellos.
La importancia de los símbolos
Una de las principales razones por la que la silla de ruedas o la persona llevando un bastón son las dos imágenes que más representan la discapacidad es debido a que ambas se han utilizado como icono o símbolo.
De hecho, la persona en silla de ruedas es en la actualidad uno de los cinco distintivos más reconocidos del planeta.
Símbolo internacional de la discapacidad
El primer símbolo y puede que el más reconocible relacionado con la discapacidad es el Símbolo Internacional de la Discapacidad, ISA; por sus siglas en inglés (International Symbol of Access) se le conoce también como International Wheelchair Symbol, y consiste en un icono en blanco de una persona en silla de ruedas sobre fondo azul.
La primera diseñadora de este distintivo fue una estudiante danesa Susanne Koefoed en 1968. Posteriormente se modificó hasta su versión final realizada por Karl Montan, señaliza áreas que han sido mejoradas teniendo en cuenta la discapacidad, poniendo el foco fundamentalmente en las dificultades para las personas que utilizan silla de ruedas y la eliminación de las barreras arquitectónicas a las que se enfrentan.
En este primer icono se representa a la persona en silla de ruedas de una manera pasiva, que pone de relieve sobre todo su discapacidad, y fue por ello que movimientos activistas en torno a la discapacidad reclamaron su modificación. Esta es la razón por la que en 2009 Oyer Corazón planteó un posible icono donde la persona se encuentra en posición activa. Posteriormente, en 2014, Sara Hendren y Brian Glenney, confundadores de The Accesible Icon Project, plantearon un símbolo modificado en el que la persona también muestra una actitud activa, de movimiento y acción, poniendo la atención en su capacidad y no es su discapacidad. Un símbolo que sin haber sido considerado oficial por las organizaciones internacionales de estandarización, sí se ha implementado de forma generalizada en algunas áreas, principalmente de Estados Unidos.
Hay que decir que estos cambios también han provocado ciertas críticas dado que no representa de forma universal a todas las personas con discapacidad y sus múltiples vertientes. Adicionalmente es innegable que esta imagen ha generado un imaginario colectivo en el cual, insconscientemente, anteponemos la discapacidad física, especialmente a las personas usuarias de sillas de ruedas, frente a otras discapacidades como las cognitivas o sensoriales. No es una cuestión menor a la hora de abordar las necesidades concretas del colectivo global de las personas con diferentes tipos de capacidades.
Símbolo internacional de la accesibilidad universal de la ONU
Debido a la necesidad de encontrar un símbolo que representase a todas las personas con discapacidad de manera neutral e imparcial y sin centrarse únicamente en una de ellas, en 2015, la Unidad de Diseño Gráfico del Departamento de Información Pública de la ONU en Nueva York trabajó en un nuevo símbolo.
En esta oportunidad, se representa a una figura humana con los brazos abiertos como símbolo de inclusión, tanto de las diferentes discapacidades como del alcance de la propia accesibilidad universal, cuya definición más oficial es: “Condición que tienen que cumplir los entornos, procesos, bienes, productos y servicios, así como los objetos o instrumentos, herramientas y dispositivos, para ser comprensibles, utilizables y practicables por todas las personas en condiciones de seguridad y comodidad y de la forma más autónoma y natural posible.”
Logotipo de la ONCE
Aunque el Símbolo Internacional de la Accesibilidad (ISA) es el más reconocido cuando hablamos de discapacidad, en España disponemos de otro que compite en reconocimiento: el logotipo de la ONCE (Organización Nacional de Ciegos Españoles, fundada en 1938).
Este logotipo, se diseñó originalmente en 1978 por Fermín Garbayo y fue revisado en 1982 por Alberto Corazón, representa a una persona caminando con un bastón, y es innegable su lugar principal en nuestro imaginario visual colectivo. Es por ello que la discapacidad visual es la segunda más reconocida tras la discapacidad física (silla de ruedas) cuando pensamos en discapacidad como concepto genérico.
Considerar la discapacidad es una cuestión de derechos humanos y su impacto global es muy extenso. El 16% de la población mundial sufre algún tipo de discapacidad, o dicho de otra manera ¡más de 1.300 millones de personas!
Por esta razón afirma la ONU que las personas con discapacidad representan a la “minoría más amplia del mundo”. La Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad reconoce que la existencia de barreras es fundamental para su discriminación, y es responsabilidad de la sociedad, eliminarlas para que puedan tener una vida digna y una participación plena en la sociedad.
Esperamos que con este artículo de hoy hayas aprendido algo y te haya gustado.
Hasta otra !